13.7.11

el cristal

el cristal con que se mire
Digamos que soy un ser tirando a optimista, que prefiere ver todo, incluso lo que me desagrada, como una oportunidad de aprendizaje. No siempre he sido asi. Digamos que esto exige una eleccion en la vida: sufrir o no tanto. Como decia Murakami, en De que hablo cuando hablo de correr, El dolor es inevitable, el sufrimiento no lo es. Bueno, pues digamos que Haiti es uno de esos paises que te obliga a enarbolar ese optimismo como una bandera, porque muchas situaciones te exigen mas de lo que un primer momento estabas dispuesto a dar. Un ejemplo. Esta semana todo parecia ir mal: una clinica mobil sin suficientes medicamentos, un campamento de verano sin material didactico y sin comida que darles a los ninos... Todas las puertas a las que llamo se me cierran y aun asi, pese a todo sigues porque es algo en lo que crees, o decides creer, porque hasta con las mejoras causas uno se aburre de los portazos... Como nunca me dio por el crack, me voy a comer un helado. La heladeria llena de gente, pero el nino que hace guardia a la puerta solo me pide a mi, la unica blanca a la vista. Y, normalmente, seria mas comprensiva, pero he tenido una semana de perros y ni le contesto. Luego, me arrepiento, penso que el hambre es asi, no tiene miramientos. Y la culpa? Porque me siento culpable de comerme un helado delante de un nino que no tiene. Por que a los otros no les pasa? Y me planteo que en los sitios de lujo no se ve nunca gente que pide, porque los espantan de alli, no vayan a cortarle la digestion a alguien. En nuestra racional forma de encontra respuestas faciles, equiparamos a una accion su consecuete reaccion y mchas veces se culpa a las victimas. Son pobres porque no trabajan. No hacen nada por cambiar sus circunstancias. Y yo me acuerdo de mi ojo que plpita por el estres y por las horas que me paso en los atascos con el polvo de la calle, o reparando a pedradas la bateria del coche o corriendo detras del taptap cuando ya no hay nada mas que pedirte al coche... Total, que como sigo siendo otimista, pese a todo, esta manana llego el cargamento de comida del WFP, y esta semana tengo una reunion con los de Unicef para el material escolar (Y mi ojo sigue bien, pero por si acaso usare las gafas una temporada).

4 comentarios:

pejoee dijo...

Cuando pases por Madrid te invito a un helado, mientras te envío todo mi apoyo y todas mis buenas vibraciones buenrollescas. A ti y a tu ojo (cuíiiiidese)

Anónimo dijo...

Cuando vives en un pais diferente al que naciste, te conviertes en una especie de representante. Así, si tu haces una cosa, la gente asume que todos los españoles hacen esa cosa. Me alegra que haya gente como tu representándonos por el mundo.
PD yo también te invito a un helado si pasas por mi pueblo. Un abrazo

Anónimo dijo...

Ornelia mi amor, eres increíble!!!! Puedo hacerme una idea de lo que estás hablando, pero como bien dices, no hay que perder la ilusión ni la energía que a veces se gasta en exceso y se suele cuestionar en momentos donde te tiembla el ojo.
En ocasiones es muy difícil llevar este color, pero como te conozco, sé que lo utilizas en beneficio de los del otro color.
No hay que culparse, aunque si tienes un poquito de corazón, se te atraganta el helado...creo que el dinero lo destruye…
Mucho ánimo y mucha fuerza!!!!
Keka.

MAYE HAITI- CANARIAS dijo...

Hola. Felicidades por lo bien que expresas las impresiones y sensaciones de una realidad tan dura como la de Haití. De una forma simple, elegante y directa.
Un saludo de Luis-MAYE.

Licencia Creative Commons
Gracias Pero No Gracias por Ornelia Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.