reinhardt
Tengo treinta y tres años y nunca he ido a ningún sitio fuera de esta isla. Dicen que somos caníbales, pero el problema es que cuando estás hambriento el lunes, el martes, el miércoles, cada día de cada semana... hace que te vuelvas un animal.
Me recibe en lo que queda en pie del Centro de Arte de Puerto Príncipe. El patio del edificio se ha convertido en la improvisada mansión en la que aparcan sus tiendas de campaña los artistas supervivientes, vinculados a la institución. Perdió tres dedos el día del terremoto. No pudieron hacer nada por su mano. Estuvo sin atención médica por dos semanas, pues los hospitales estaban tan colapsados que su caso no era de los prioritarios. Pudo haber sido peor, me dice, Conmigo había un niño de seis años. Yo perdí tres dedos, a él por suerte no le ocurrió nada. Desde que me encontré mejor empecé a pintar como un loco. El problema es que ya no me queda para comprar pinturas. Pero me quedan ideas.
Le pregunto si conoce la musica de Django Reinhart, guitarrista de jazz que tocaba con sólo tres dedos. Lo habia oido nombrar, y se le ilumina por un momento la expresión de la cara. El arte siempre sobrevive, verdad?
1 comentario:
Y tú estuviste muy acertada recordándoselo. Qué historia.
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