21.9.09

yo soy yo soy yo soy

yo soy yo soy yo soy
Es curioso que siendo yo como soy, haya admirado siempre a los deportistas, a los bailarines profesionales, a los de gimnasia rítmica, a los macrobióticos, a los lamas, a los que madrugan por gusto...incluso, ya en días muy susceptibles, de síndrome pre- algo (cualquiera sabe),sin chocolate, hasta a los militares... Se trata de eso: admiración por la disciplina y por la gente que es capaz de construirse una rutina diaria que les satisfaga, sin sentirse atrapados. Yo soy de las que si un día va a un supermercado en concreto, no volverá hasta que se me olvide. Si voy ahora por una calle, volveré luego por otra. Si hoy me tomo el café aquí, mañana sera allí, etc... Y, sin embargo, no puedo evitar tener mis hábitos, no solo malos (old habits die hard), sino de los que me confortan, como comprar El País los sábados para tener El Babelia; fijarme en todos los anuncios de conciertos, exposiciones, premieres; ir a las bibliotecas publicas, regalarme gerberas; recoger los clips del suelo; pedir agua con gas con el café; pasear como si fuera una turista, aun por las calles tan conocidas; contar los números de las matriculas hasta llegar a formar 11; hablar en sueños (aunque haga mucho tiempo que nadie me confirme que sigo haciéndolo). Y así, podría seguir y seguir con mis manías, pero tampoco ellas son yo, así como no lo es mi nombre, ni mi pelo, ni... mis palabras.
(Propósito para este año: disciplinarme, signifique eso lo que signifique. Y arreglar el ordenador, que me deja tirada siempre con las tildes)

8 comentarios:

Reina del Mango dijo...

Qué lista, propósito para este año, dice, en septiembre. Ya, claro, claro, disciplinarte...

Pedro dijo...

Me encanta!! En el fondo somos muy parecidos.

¡Felicidades!

Reina del Mango dijo...

Propósito que te encomienda tu amiga, la Víbora Cantora, para este... ¿año? ¡Pide la bombona, que los viruses andan por ahí, acechando a las mujeres temerarias que desafían al frío!

Anónimo dijo...

El hábito más sano es sin duda el de la observación de uno mismo. Sigue asi!! Muchos besos! :) David Potter.

Pejooe dijo...

Te entiendo a medias, a mi las rutinas me pesan, persiguen y atosigan hasta empequeñecer mi mundo.
Aún así tengo algunas que más que deseadas, son impuestas y las que no son impuestas, más que rutinas son manías.
Además lo peor de las "rutinas" es que cuando no se llevan a cabo sientan mal (recuerda si no, aquel sábado que no pudiste comprar El País).

Lo que no entiendo es tu ansia por disciplinarte, eres perfecta a tu manera tal como eres, así que si quieres cambios, no sé, córtate el pelo o cómprate un uniforme para jugar a las jaulas vitales, que lo uno acaba creciendo y lo otro en el fondo del armario. ;)

Ornelia dijo...

Que monos spn todos, queridos. Y que madrugadores.

Reina del Mango dijo...

Lo de madrugar, eso sí que es una disciplina odiosa...

Anónimo dijo...

Yo creo que las rutinas no son tan malas, es según como se miren y se planteen. Para sentirte libre, independiente y bien contigo mismo es necesario seguir unas rutinas o pautas, lo mejor es marcártelas poco a poco, y que sean sobre algo de tu interés, como te ocurre con las demás que tienes. Ánimo con las que vengan. :-)

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