postdata
Si no me preguntan qué es el tiempo, sé lo que es. Si me lo preguntan ya no sé lo que es.
(San Agustin)
-Te esperé en la biblioteca toda la tarde. Cada vez que oía pasos levantaba la cabeza deseando que fueras tú que venías a buscarme. Hubo un momento en que supe que ya no ibas a aparecer. Se me rompió el corazón.
-No había nada que yo quisiera más ese día que verte. Me fue imposible.
-¿Qué te ocurrió?
-Me morí.
-Vale. Te perdono.
2 comentarios:
El anterior era todavía más triste :P
Este (¿microrelato?) me gusta más, esa escena de la biblioteca levantando la cabeza para volverla a agachar decepcionado es taaaan familiar que he tenido que sonreír.
Ay, si hubiera dedicado todas aquellas tardes a estudiar y no a hacer vida social...
no es tristeeeee, yo lo veo más por el lado absurdo. Sentir es en sí mismo un adelanto, peor es la indiferencia.
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