28.10.08

autopista

autopista
En medio del monumental aguacero que caía antes del alba, Julián se sentó en el asfalto a contemplar la belleza del espectáculo de fuegos artificiales del que era testigo. Y eso que sólo tenía ganas de quedarse en la cama. Su mujer le decía siempre que no olvidara tomar la medicación por las mañanas. Ese día no quiso acordarse. Qizá por ello, su vista quedó más tiempo de lo debido fija en un cartel de la autopista que decía: Vida Nueva, Retiros Espirituales. ¿Y acaso todo eso que estaba presenciando no correspondía a un nuevo amanecer? Los bomberos se acercan. Sus luces se mezclan con las explosiones de los coches. Las luces son tan bonitas, aún entre la lluvia, pensaba Julián, ya totalmente involucrado en su nueva vida.

1 comentario:

dulce dijo...

Son tantas cosas de las que me he perdido... Esta sinedo testigo de una implosión maravilosa en dulcilandia... quise olvidar como se escribe.Pero soy muy terca. Gracias amiga por recordarme.

La vida aun en la muerte, es así de absurdamente hermosa, y solo a veces nos sentamos a verla pasar.

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Gracias Pero No Gracias por Ornelia Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.