Garganta prlofunda

garganta profunda

Hace un par de semanas que vengo arrastrando una gripe, que no es tal, pero que me deja el estomago tumultuoso, tos perruna y el eterno dolor de garganta... Dice mi madre que yo de pequeña, era delicadita, especialmente si de faringes se trataba. Igual será verdad que en otra vida fui un ahorcado y por eso además tengo problemas de expresión.

Me cuesta llorar y a veces, también hablar, no te digo ya en otro idioma, sino en el propio. Que por cierto, la mezcolanza con el ingles y el creol, sumado a mis lecturas hispanoamericanas, no están haciendo ningún favor a la limpieza étnica de mi español, tema con el que siempre he estado, por otra parte, delicadita por eso de una crisis de identidad.

Canarias, colonia española desde finales del siglo XV, geográficamente africana, culturalmente europea, marcada por la gran influencia sudamericana. España, pero no tanto. Para el pasaporte y la pasión por la buena mesa. Es curioso esto que pasa con España, que nadie quiere ser español, todo el mundo habla de sus provincias, y si encima vienes de un sitio con tendencias independizas, ni te cuento. Es como si solo los fachas o los madrileños se declaran abiertamente españoles... A mi mis nacionalistas (en general todos, pero los canarios especialmente) me dan mucha vergüenza. Los veo como esa panda de caciques chaqueteros que venderán lo que sea ( la virgen de Candelaria, Tindaya, el Puerto de Granadilla, etc) a quien sea, si eso les consigue mas pasta y mas tiempo con sus grandes chaquetas puestas . Ya bien claro lo dejaban en las manifestaciones las sabias voces populares "Coalicion Canaria es una inmobiliaria"... Y sin embargo, cada vez que he estado en el extranjero, me oigo a mi misma hablando de una Canarias que no existe ni siquiera en los folletos turístico, expertos como son en idealizar y decorar la realidad. Que el Patronato de Turismo debería darme una beca por todos los nuevos visitantes que vendrán algún día, hipnotizados por mis cuentos sublimados.

Te digo que tengo un problema, no solo de identidad (lo típico, quien soy, de donde vengo, a donde voy), sino que ya empiezo a ser como esos emigrantes sin patria a la que volver, y encima doliendome la garganta y expresandome mal en tres lenguas diferentes.