bajo montaña
¿Imaginaste de pequeño que vivirías en medio de todas estas contradicciones? Unas tan grandes que te arrancan lágrimas por dentro. Que al no poder salir fuera se solidifican como los tubos de lava de mi isla sin montañas.
Así queda mi alma. Como aquella colina roja que yo creía la cumbre más alta. Hueca en el centro. Llena de túneles por los que un día pasó el fuego.
Y por las tardes, grupos de turistas se acercan a ella para escribir en su interior los nombres de sus amantes con piedras pequeñas. Se besan y se van pensando que dejan para siempre sus destinos unidos. Sin saber que el viento allí sopla fuerte. Que las piedras pequeñas no resisten.
Y en las noches de luna llena, alguna pareja hizo el amor sobre el corazón hueco de la montaña, justo donde el volcán explotó. Pero nunca marcaron con piedras sus nombres. Prefirieron grabarlo en la memoria. Al menos yo lo hice. ¿Y tú?
2 comentarios:
Ves, si Almodóvar hubiese leído esto no habría hecho la mierda de película que hizo. Principiantes...
amateurs...
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