21.2.09

carisma

carisma
Era sencillamente bello. No digo guapo o atractivo, que son adjetivos que se ajustan mejor a la hora de definir lo masculino, digo bello. Hermoso. Tenía esa clase de carisma que sólo soportas por capas. La primera, la más superficial era como una trampa para miradas poco astutas, poco acostumbradas a ir más allá, a leer entre líneas. Era algo más que la mirada brillante, la piel satinada o los hoyuelos alrededor de una sonrisa misteriosa. Algo más profundo, si se me pemite la pedantería. Tanto era así que si te concentrabas en buscar de dónde venía ese algo que lo diferenciaba, ni siquiera veías ya la capa exterior. Hacía que te sintieras bien a su lado. Te hacía sentir especial cuando te dedicaba su atención absoluta por un instante entero. Te entraban ganas de confesarle todos tus secretos. De ganarte su respeto. De compartir sueños. En definitiva era un tipo muy peligroso.

1 comentario:

dulce dijo...

Ummmm.... feeling, charme, química o "qué sé yo"... Qué ganas de conocerlo!

Licencia Creative Commons
Gracias Pero No Gracias por Ornelia Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.