el pagafantas
Harta de tanta atención sobre su persona, en un impulso irracional, Lucía puso una orden de alejamiento a Gabriel. Atónito, con el corazón como un esparto, arrugado y descolorío, balbuceó: Pero si yo lo único que quería era que tomara algo conmigo...
1 comentario:
Y conocerla, y que le hablara, le contara sus sueños y miedos, en fin, qué desvergonzado...habráse visto. Por menos, más perros han sido soltados.
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