Vive la vida. Vívela en la calle y en el silencio de la biblioteca. Vívela con los demás, que son las únicas pistas que tienes para conocerte. Vive la vida en esos barrios pobres hechos para la droga o el desaucio y en los grises palacios de los ricos. Vive la vida con sus alegrías incomprensibles, con sus decepciones (casi siempre excesivas), con su vértigo. Vívela en madrugadas infelices o en mañanas gloriosas, a caballo por ciudades en ruinas o por selvas contaminadas o por paraísos, sin mirar hacia atrás. Vive la vida.
2 comentarios:
Vive la vida. Vívela en la calle
y en el silencio de la biblioteca.
Vívela con los demás, que son las únicas
pistas que tienes para conocerte.
Vive la vida en esos barrios pobres
hechos para la droga o el desaucio
y en los grises palacios de los ricos.
Vive la vida con sus alegrías
incomprensibles, con sus decepciones
(casi siempre excesivas), con su vértigo.
Vívela en madrugadas infelices
o en mañanas gloriosas, a caballo
por ciudades en ruinas o por selvas
contaminadas o por paraísos,
sin mirar hacia atrás.
Vive la vida.
(Por fuertes y fronteras,
Luis Alberto de Cuenca)
Es cierto, muy bonita, ya cojo aliento...
... sin mirar atrás. Vive la vida.
;))
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