sin manolos

sin Manolos Tres pares de pies. Una playa. Unos caminan más por la zona de la arena seca: tienen frío. Otros se alternan. Otros eligen meterse en el agua fría y por ahí discurren. Los pies tienen voces que charlan animadamente. Voces femeninas. Hablan de todo, lo que les gusta, dónde querrían ir, de lo bien que se encuentran en su compañía. Hablan también de sexo, de amor, de amistad. De cómo cada vez más pies desaparecen del camino, perdidos en un triángulo de las bermudas de las Relaciones Absorventes que no dejan sitio para nadie más, ni para pies amigos.Del temor a quedarse solos y descalzos en malas veredas. El temor a no saber ya caminar al compás de otros pies. Es una charla alegre, sin resentimiento. Se llega a un punto en que se acepta todo con más tranquilidad. Se llega a un momento en que se vive todo con una emoción inusitada, sin medida. Todo y Nada son sólo palabras.Lo que queda en medio es lo que importa.Si esto fuera filmado en un corto, sería más gracioso, o por lo menos más cercano, que las escenas de Sex in The City (serie que curiosamente gusta a mis amigas en femenino, pero de la que mis amigos en masculino pasan olímpicamente. Supongo que el público al que va dirigido está claro).Quisiera ver a las protagonistas de la serie cómo se las arreglaban en una noche de marcha por La Laguna, sin sus zapatos de marca...