28.11.06

isabelinos

isabelinos Lo bueno de no saber mucho de algo, es poder suplir esa carencia con imaginación. Como no saber mucha Geografía. Te enfrentas a un mapa de un lugar desconocido con la misma emoción que un pirata descifrara el mapa de un tesoro. Por ejemplo, un mapa de Australia. No conoces más que dos ciudades alejadas entre sí. Y lo que hay en medio, todo lo que hay en medio, los nombres de los ríos, las montañas, los pueblos...todo, parece sacado de la imaginación de un autor desconocido. Hablando de autores no tan conocidos. Descubrirlos es como cuando en uno de esos libros de aventuras te ponen un mapa para que sigas la evolución del personaje, y a ti lo que te apetece es salir de esa ruta, y buscar otras aventuras, no descritas en ese libro. Es como cuando en Shakespeare In Love aparece Christofer Marlowe y con quien quisieras seguir la película es con él. No conozco mucho a éste escritor. Tampoco hay mucho publicado en español. Acabo de empezar a leer La Trágica Historia del Doctor Fausto, muy divertida,nada trágica. El caso es que Marlowe era un tipo muy entretenido. Murió joven, en una riña de bar, a los 29 años. En vida estaba acusado de espía, ateo y sodomita.Vamos, que hacía amigos con facilidad. Aparte, tenía rivales artísticos, entre los que se encontraba Shakespeare. Por cierto, que ambos tenían la misma edad, se parecían bastante (mira los retratos en la Wikipedia), y curiosamente, éste último no alcanza notoriedad hasta que el otro muere. Ya para acabar, parece que hay una teoría según la cual eran la misma persona. Y que el cadáver enterrado era en realidad el de Shakespeare... Claro que para meternos por estos caminos, tendríamos que calzarnos el disfraz de explorador de teorías conspirativas paranoides, que a mi me dan mucha pereza, pero , oye, lo divertido que es jugar a Dan Brown y montarse un Código Da Vinci particular...(que por lo menos estás entretenido y no montando peleas en los bares, no es cuestión de acabar con una daga en el ojo)

6 comentarios:

Kika dijo...

me gusta cómo cuentas la historia y dejas volar la imaginación ya determinada...ahy que ver lo que se pierde una por no leer más.
Besitos, wapa!

Kika dijo...

que no era ahy, que era hay
besitos

Anónimo dijo...

Pues si que se parecían...podría ser el mismo personaje varios años después.

Eso sí, comparar a cualquiera de los dos con Joseph Fiennes es igual de cruel que comparar cualquier obra de chaquespeare con la cosa es de "Shakespeare in love"

Ornelia Cabrera dijo...

Sí Joseph Fiennes es mucho más guapo, dónde va a parar. Pero tengo una teoría (ya se sabe que las teorías son como la lotería)), y es que Joseph no existe. No puede ser que exista un chico tan hermoso caminando en la misma Tierra, en la misma época que yo y que no lo vaya a conocer nunca. Yo creo que es un isabelino que se traen de esa época, vete a saber cómo, para que interprete ese tipo de papeles...

Ligron dijo...

buenas!!

Este tal Joseph no esta mal, con esa planta que tiene...uummm jejeje

Te lo dije en su momento y lo hago aquí ahora, escribes muy bien sabes?!!

Por cierto, abrí la cuenta de blog en su momento para poder añadir comentarios y poco a poco he ido metiendo cosillas. Por si quereis curiosear de vez en cuando ahi queda. ligronescucha.blogspot.com

muchos besos

Anónimo dijo...

Suplantación de personalidad en época isabelina. No sé, no es muy "shekspiriano"; más bien victoriano, aunque ya le otorga un punto de misterio y atractivo al señor Marlowe... ¿y si es él míster Joseph Fiennes "re-suplantando" a Shakespeare - Marlowe? Vaya, esto tampoco parece muy isabelino; ¡más bien Marx-iano!

Besitos my friend!

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