15.7.06

islas

ISLAS Un síntoma ineludible de que vives en una isla, es la cantidad de conversaciones sobre viajes, futuros y pasados, anhelados. El hecho de tener unos límites claros, marcados por el agua que rodean tus costas, hace que la única posibilidad de saltárselos sea a base de coger aviones. Algún romántico preferiría el barco, pero allá ellos. Ningún europeo toma tanto aire de pista como los isleños. Para un alemán, francés, suizo, sus límites vienen dados por el coste de la gasolina o lo lejos que abarque su abono de trenes. Uno entiende mejor la Historia europea cuando ves que las Grandes Guerras, son en realidad rencillas de vecinos. El isleño ha de planificar con antelación su huída, supongo que también por eso haya sido de talante neutral, en caso de que las cosas se pongan feas...

1 comentario:

Ornelia Cabrera dijo...

También Manhattan es una isla...

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