27.6.06

complemento circunstancial

complemento circunstancial de lugar Truman Capote solía decir: " Cuenta algo que conozcas bien". Y no hay nada mejor que una chica de treinta años conozca mejor en el mundo que su cuerpo y su vida y milagros, la propia y la de los amigos, de cuyas enseñanzas uno se va curtiendo en desexperiencia. El amor, claro, es el gran tema de conversación, debate o teorías. Ese del que se supone que uno nunca está capacitado para hablar con propiedad. Ni sabes, ni aprendes nada. A veces no aparece. Te conformas con sucedáneos. Si no el subidón de endorfinas viene en forma de atracón de chocolate o de compras. Y la moda. ¿Cuándo pasó a convertirse en la religión moderna?. Marcados en el calendario de días laborables los ratos que nos quedan para ir en busca de gurús, de oráculos que nos orienten en sus pronósticos, cazadores de milagros de la tienda de la esquina. Aún a veces recuerdo con nostalgia la libertad infantil que suponía ponerse lo primero que encontrabas en el armario. Sólo que entonces no lo sabíamos valorar, demasiado inexpertos. Perdidos en un País de Nunca Jamás vagamos esperando que caiga en nuestras manos la oferta de la semana, en complementos, en decoración, en las relaciones.

2 comentarios:

Ornelia Cabrera dijo...

El chocolate, teobroma, alimento de dioses, se va a convertir en objeto de deseo. Con esta obsesión por la línea, los nuevos tabúes alimenticios ocupan los puestos del incesto y comer elementos prohibidos: vacas o cerdos (según cultura o novia/o).
En fin, de chocolates varios:

www.pancracio.com
www.chocolateorganiko.es

Ornelia Cabrera dijo...

Mucho tiempo después. Muchos cambios. Añado enlace sobre la vida de Truman. Sigo sin conformarme.

Yo.

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