28.6.12

comprender


the lesson of my life
Leyendo un articulo de Paul Theroux sobre su participación como voluntario en el Cuerpo de Paz creado por Kennedy, me llamaba la atención al leer que nunca fue más feliz que cuando era profesor en África. Su vida tenía un propósito. Dejó de cuestionarse cada minuto de su existencia...
Me recuerda el por qué ha sido tan importante mi experiencia haitiana. Especialmente al principio. Aquí no necesitaba justificar mi presencia. Estaba y eso era lo único importante. No importaba lo que hubiera sido antes ni lo que eligiera después. Sencillamente vivía el día a día, que por otro lado era de lo más emocionante . Empece a estudiar la lengua desde el principio. Y aunque no fuera capaz de hablar ni una palabra no sentía que no estuviera entendiendo lo que ocurría a mi alrededor. No entendía las palabras, pero podía observar los gestos, las expresiones, el lenguaje corporal. Y de repente una mañana, no sé cómo, desperté y sencillamente podía hablar. Al principio peor, pero después cada vez más y más... No puedo decir por ello que hablar sirviera para comprender más a la gente. Sabes que en Haití pervive un racismo nada soterrado que funciona de forma subconsciente en el que al blanco se le dice lo que creemos que el blanco quiere oír (whatever Lola wants Lola gets). Me encantaría decir que mi sentido del humor está a prueba de todo esto, pero te mentiría. Sé que no me lo puedo tomar como algo personal, pero ya no te digo con la gente desconocida que me grita en la calle al caminar (una Blanc en esos barrios!) , sino de los que pasan a diario por la casa, de los que han vivido aquí, hemos compartido comida y trabajo...
Siempre he sido una ingenua (al menos no me engaño en ese punto), pero si puedo decirte que nunca llegué con espíritu de misionera creyendo que venía a cambiar el mundo (al contrario, yo sólo vine con ánimo de cambiar yo misma). Yo no sé si cuándo me vaya dejaré algo de mi en el corazón de otros, pero sin duda sé lo que yo me llevo, que es alguien distinto del que vino. No diré mejor o peor, sólo transformada por la experiencia, como debería pasar con todas las que tenemos a diario en la vida. Sólo tengo que recordarme no esperar a que me den permiso para participar en ella con todos los sentidos abiertos, aunque a veces no entienda nada, como si me hablaran en un idioma vudu.

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Gracias Pero No Gracias por Ornelia Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.