20.2.12

a saltos

a saltos

Hacía tiempo que no me asaltaba la soledad. Esa que da miedo, que es irracional, profunda, acaparadora. Tampoco tiene edad, puede visitarte con quince o con treinta, le da lo mismo. Te hace sentir que siempre estarás sola, que no habrá nadie a quien amar. No es lo mismo que te amen a amar. Y cuando pasa al mismo tiempo, es un milagro, ese que hace que la gente tenga esperanzas, o que no quiera levantarse por las mañanas, depende que mano te haya tocado en esta ronda de cartas…

Yo ya te había olvidado. A la imagen de ti de la que me enamore. No es lo mismo una cosa que otra. La foto mental que yo tenía pertenece a alguien que ya no existe. Se fue rompiendo con cada desilusión, con cada mentira. Una pintada callejera garabateada a la intemperie de lluvias, meadas de perro, niños que pintan con el obstinado resentimiento de quien se ve de repente liberado de la obligación de colorear solo dentro de los márgenes de los libros de diseño…Nada escapa a la erosión de los sentimientos. Ya no sé quién eres, quien fuiste para mí. No es lo mismo, ni siquiera se parece. Esta todo tan lejano que es como si de otra mujer y otro hombre estuviéramos hablando. Te veo y tengo que esforzarme en cerrar una puerta, que debe estar rota, porque no impide que se cuele un hilo de aire frio que hacía tiempo que no sentía. Un miedo viejo y feroz que me asalta…(a salto, asalto, de eso al fin y al cabo se trataba esta nota ridícula, otro juego de palabras. Otro juego al fin).

No hay comentarios:

Licencia Creative Commons
Gracias Pero No Gracias por Ornelia Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.