zombi
Pier se fue a vivir a Estados Unidos. Tenia una posición acomodada en Haiti, lo suficiente para llegar a Nueva York y ser un obrero decente. Su hija había muerto años antes, pero dejaba atrás a la hija de su esposa, también fallecida. Con el tiempo, tras asentarse en el nuevo país, se le ocurrió hacer pasar a Doris, su hijastra, por su hija muerta, para poder reclamarla y que tuviera Visa en América. Parecía una buena idea. Doris había estudiado enfermería y, tras tener a sus dos hijos, estudio para analista de laboratorios. Al reclamar la identidad de una muerta, renuncio a la suya. Todo su expediente académico desapareció de un plumazo, sus esfuerzos, su curriculum laboral, su vida. Era como si nunca hubiera existido. Doris llego a Nueva York siendo otra. Una muerta en vida. Eso si, con toda la vida por delante para empezar de nuevo.
1 comentario:
Niña, estoy en Playa Blanca. Te echo de menos.
Publicar un comentario