bulimia

el buli, buli tuya, buli suya, buli mia

El señor Enrique llamó a la puerta del administrador del edificio con la toda la fuerza que su escaso metro sesenta de indignación era capaz:

-Tiene que hacer algo. Esto no puede seguir así. Es la tercera vez ya este mes.

-Tenga usted paciencia. Tenga en cuenta la presión a la que están sometidas las chicas. La Pasarela Cibeles a la vuelta de la esquina. Tienen que recuperar la línea...

-Todo eso está muy bien, pero las cañerías no pueden estar atascadas todo el tiempo. Mande usted a alguien que las arregle, o que se busquen otro piso...

-Eso sí que no. La de la agencia de modelos que les alquiló la casa es la dueña del edificio. Hablaré con ella, que no sea tan estricta.