28.6.06

terminal

terminales A veces me da la sensación de haber pasado la mitad de mi vida en un aeropuerto. Al menos la mitad de la vida que me importa. Nunca se es más uno mismo que en ese paréntesis entre un lugar y otro. No tienes que preocuparte de las maletas ya facturadas. Eres sólo lo que llevas en los bolsillos. Las piedras de tus zapatos.

3 comentarios:

Ornelia Cabrera dijo...

Las terminales, como su nombre indica, son el mejor sitio para cortar. Ahí uno cambia. Te salen alas. Tanto en las de los aeropuertos como en las de la piel. Cortas contigo mismo para ser una versión mejorada de tu reflejo en el espejo.

Ay que cursi me pongo.

Kika dijo...

En ese tiempo de espera a embarcar aumenta la conciencia que tenemos de las cosas, de nosotros mismos,de los demás... nos paramos, nos da tiempo a pensar...Una vez leí que en los aviones era donde la gente contaba a desconocidos sus mayores secretos...será por el cambio de presión,el subidón del vuelo?

Anónimo dijo...

Si si... en realidad es casi lo mismo:

"...es como si sólo fuera posible ser uno mismo cuando somos queridos desconocidos."

Yo flipo.

Licencia Creative Commons
Gracias Pero No Gracias por Ornelia Cabrera se encuentra bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivadas 3.0 Unported.